Cuando la melancolía intenta invadir tu vida, siempre hay alguien que te devuelve la sonrisa. Ojalá estas lágrimas sirvan para hacer verdear las resecas tierras de toda España y que granen las espigas con esperanza de pan. ¡Ah!, y Rufián que se ponga las esposas en los huevos y «vuelva por Navidad».
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